Gelatina de frutas del bosque al champán

Tiempo aproximado de preparación:

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Ingredientes para 4 porciones:

  • 1 ramillete de albahaca
  • 300 ml de champán
  • 100 g de azúcar
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 150 g de fresas
  • 100 g de grosellas rojas y negras
  • 100 g de moras
  • 100 g de frambuesas
  • 6 hojas de gelatina ó 1 sobre (9 g) de gelatina en polvo (para 500 ml de líquido)
  • 2 cucharadas de crème fraîche
  • ½ sobre de azúcar de vainilla

Adicionalmente:

  • Albahaca para aderezar

Preparación:

  1. Remojar la gelatina en agua fría.
  2. Lavar y escurrir la albahaca. Calentar el champán, el azúcar y el zumo de limón, después añadir la albahaca y dejar en infusión.
  3. Mientras, enjuagar y aclarar las frutas del bosque. Separar las grosellas del racimo, cortar las fresas en trocitos. Retirar la albahaca del líquido.
  4. Escurrir la gelatina y disolverla en la mezcla templada de champán, incorporar las frutas del bosque y verter en 4 moldes pequeños (de una capacidad de aproximadamente 200 ml de líquido cada uno) previamente aclarados en agua fría. Refrigerar durante unas 2 horas y dejar que gelifique.
  5. Desmoldar las gelatinas. Mezclar azúcar de vainilla con la crème fraîche y distribuir sobre la gelatina. Servir aderezado con albahaca.

Ahí se encuentran más informaciones para cocinar y cocer con gelatina.

 

 

 

Datos nutricionales aproximados por porción:

  • Calorías: 242
  • Julios: 1015
  • Proteínas: 3.5 g
  • Grasas: 3.5 g
  • Carbohidratos: 34.8 g

Frutas del bosque – pequeñas y sorprendentes

Fresas, frambuesas, moras y demás frutas del bosque despliegan mejor su dulce sabor tras ser mimadas por el sol del verano. Sus colores vibrantes convierten muchos postres en algo digno de ver. No obstante, las frutas del bosque, como esta variedad de frutas se denomina en su conjunto, son muy delicadas. Por tanto, se recomienda que los consumidores miren bien antes de comprarlas y solo adquieran frutas en buen estado. Las grosellas rojas han de tener un color uniforme, mientras que los tallos y sépalos frescos son un signo de buena calidad en las fresas. Para garantizar que las frutas del bosque mantienen su frescura y delicioso sabor durante mucho tiempo, debe tenerse mucho cuidado también en su transporte o almacenamiento para evitar marcas de presión que pueden derivar en un deterioro más rápido. Las frutas del bosque duran unos dos días si se guardan en el frigorífico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo pasa entre su cosecha y su consumo, mayor es la pérdida de valiosos nutrientes que protegen y ayudan a las células somáticas, manteniendo el metabolismo en forma. 

 

Las frutas del bosque, en especial las variedades de color más oscuro, como las moras, contienen un gran número de fitoquímicos. Estas sustancias no solo les dan a las frutas del bosque su color vibrante, sino que también y, sobre todo, son responsables de su efecto antiinflamatorio. Además, estas pequeñas frutas rebosan vitamina C. Una porción de fresas, por ejemplo, aporta ya la cantidad diaria requerida por un adulto, 100 g. Esta vitamina funciona también como antioxidante en el organismo. Esto significa que los radicales libres se capturan en el cuerpo, protegiendo así a las células. De este modo, las frutas del bosque ayudan al sistema inmunológico a prevenir afecciones, como las enfermedades cardiovasculares. Su consumo mantiene el cuerpo radiante en el exterior. Con una media de 40 calorías por cada 100 g de frutas del bosque, no solo nos ayudan a mantener la línea, sino que estas estrellas del verano están repletas de fibra, que estimula la digestión y produce una sensación de saciedad más duradera – incluso cuando las frutas del bosque están cubiertas de gelatina-. Así que, ¡empieza a cocinar y disfruta!