Gelatina de membrillo con vino blanco y jengibre

Tiempo aproximado de preparación:

Pin it

Ingredientes para 4 tarros:

  • 4 membrillos
  • 1 trozo de jengibre de tamaño de una nuez
  • ¾ l de vino blanco seco
  • 5 hojas de gelatina blanca o aprox. 18 g de gelatina en polvo 
  • 170-200 g de azúcar moreno (según grado de dulzor deseado)

Preparación:

  1. Frotar los membrillos con una toalla seca. Dejando el corazón de la fruta, trocear los membrillos y colocarlos en una olla. Pelar, cortar en dados y añadir el jengibre. Verter el vino blanco. Cocer a fuego lento  durante unos 45 minutos hasta que los membrillos estén completamente blandos. 
  2. Remojar la gelatina en agua fría.
  3. Colocar los membrillos junto con el líquido en un tamiz cónico y aplastar con cuidado la fruta ligeramente con una cuchara. Recoger el jugo. 
  4. Mezclar 450 ml de jugo de membrillo en una olla con el azúcar. Disolver el azúcar sin dejar de remover. Escurrir la gelatina y disolver en el jugo de membrillo. 
  5. Llenar tarros limpios de tapa de rosca con la gelatina caliente. Colocar los tarros boca abajo durante unos 10 minutos. Dejar enfriar completamente. 


Ahí se encuentran más informaciones para cocinar y cocer con gelatina.

Datos nutricionales aproximados por tarro:

  • Calorías: 367 
  • Julios: 1539 
  • Proteínas: 2,5 g 
  • Grasas: 0,5 g 
  • Carbohidratos: 53,4 g

El membrillo – una fruta olvidada

Cuando las temperaturas empiezan a bajar en el exterior, es la primera señal de que el otoño está llegando. El momento perfecto del año para redescubrir un fruto con pepita: el membrillo. Mientras que las manzanas y las peras- de la misma familia- son bien conocidas, el membrillo ha sufrido cierto abandono. Sin merecerlo. Con sólo un poco más de esfuerzo, esta fruta puede ser tan versátil en sus usos como sus parientes. 

 

Sin embargo, antes de preparar algo con membrillos, es necesario frotarlos primero concienzudamente para quitarles la pelusa de su piel. Esto se puede hacer de forma rápida y sencilla con un trapo o un cepillo. Esta fruta no debe comerse nunca cruda porque puede resultar demasiado dura, astringente y agria. Sólo una vez hervido revela su auténtico potencial. Desafortunadamente, pierde también su brillante color dorado y se vuelve marrón rojizo. No obstante, aunque el color marrón rojizo del membrillo tiene un aspecto poco estético, esta fruta contiene grandes cantidades de vitamina C, potasio, sodio, zinc, hierro, pectina y muchos otros nutrientes importantes. 

 

Hay un sinfín de posibilidades para preparar el membrillo realzando su característico sabor. Se puede hacer en mermelada, compota o un brandy que destaca su sabor agrio. Al horno, puede servirse también como guarnición, acompañando platos de carne o como postre. 

 

El postre más conocido hecho con membrillo es el dulce de membrillo. Para hacerlo, se mezcla azúcar con un puré de membrillo espesado y luego se hornea. Después se corta el dulce en trozos grandes con forma de diamante o cuadrados y se sirven espolvoreados con azúcar. En los países germanos, no es habitual encontrar dulce de membrillo en las tiendas. Es más común y familiar en países de habla hispana y portuguesa. 

 

Estas frutas con pepita pertenecen a la familia de las rosáceas y se recolectan entre los meses de septiembre y noviembre. Es mejor no esperar para recolectarlas a que estén completamente maduras, puesto que la cantidad de pectina que contienen va disminuyendo. Proceden originalmente del Cáucaso oriental y región transcaucásica. Aunque  en la actualidad se cultivan principalmente en Asia y Europa.

 

Los tipos más comunes de membrillo son la Cydonia oblonga maliformis, redondeado con forma de manzana, y el más alargado con forma de pera, la Cydonia oblonga pyriformis. Ambos ofrecen un aroma excelente. Mientras que los membrillos con forma de manzana tienen una carne dura y seca, los de forma de pera tienen un sabor más suave y son más blandos. Los dos tipos se pueden utilizar fácilmente para preparar una de las recetas más conocidas con membrillo: la gelatina de membrillo. Resulta deliciosa utilizándola como mermelada de fruta en el desayuno o como ingrediente para otras recetas. Es mejor cocinar el membrillo con la piel porque, como ya se sabe, hay vitaminas importantes justo debajo de la piel.